domingo, 6 de abril de 2008

La Disciplina


Al leer esta palabra inmediatamente pensamos en cuántas veces nos han llamado la atención, después de todo, estamos creciendo y mas aún , estamos aprendiendo, porque a la verdad nunca dejamos de aprender, por lo tanto la edad aquí, ya no importa, porque la palabra de Dios, es clara y no deja duda, Hebreos 12:6 PORQUE EL SEÑOR AL QUE AMA, DISCIPLINA, Y AZOTA A TODO EL QUE RECIBE POR HIJO, no dice, que sólo es para los jóvenes o sólo para los adultos, o sólo para nuestros hijos, la disciplina es para todos nosotros, (los que somos hijos de El).

Pasemos ahora a definir la palabra Disciplina.
DISCIPLINA: Es muy interesante la expansión semántica de disciplina. Partiendo de discere, que significa aprender (recuérdese el doblete docente - discente; el primero es el que enseña, el segundo el que aprende), se formaron discípulo, disciplina (la disciplina y las disciplinas), disciplinado, indisciplinado, díscolo, disciplinario. Es decir que ideando fórmulas para que el alumno aprendiese, que de eso se trataba al fin y al cabo, se fue desarrollando y ampliando el concepto de disciplina. En la actualidad el significado más usual de disciplina es el de "conjunto de reglas para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo". Y aquí nos quedamos. Para más ampliación recomiendo los diccionarios. Llamo tan sólo la atención sobre el adjetivo disciplinario, que finalmente es el sistema de correctivos para devolver a los díscolos al camino de la disciplina. O en otras palabras devolver a los díscolos al camino del aprendizaje.
Tal vez en palabras mas simples, la Disciplina no es castigo y reprimendas, eso es tan solo un grave error, mal enseñado está. La palabra disciplina significa que existe un maestro y un aprendiz, y este aprendiz es enseñado en toda la sabiduría del maestro, las correcciones las realiza el maestro, el camino lo enseña el maestro, la disciplina es un estilo de vida de aprendizaje, de sometimiento al maestro, sometimiento al camino que enseña el maestro, porque el objetivo final es, ser igual al maestro, por esto la palabra de Dios enseña que como a hijos se os disciplinará, los errores serán corregidos, y con castigo si fuese necesario, en caso que el aprendiz no quiera recibir la corrección, solo en ese caso se utilizará el castigo, y si esto no lo recibiéremos, seríamos bastardos.
Ahora pasemos a una pequeña lectura de la Palabra de Dios:

Hebreos 12:5 además, habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige: HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL;
Hebreos 12:6 PORQUE EL SEÑOR AL QUE AMA, DISCIPLINA, Y AZOTA A TODO EL QUE RECIBE POR HIJO.
Hebreos 12:7 Es para vuestra corrección que sufrís; Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline?
Hebreos 12:8 Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos .
Hebreos 12:9 Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos?
Hebreos 12:10 Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero El nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad.
Hebreos 12:11 Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia.

Sin duda son muchas las cosas que podríamos destacar de este texto de la palabra de Dios. El vers. 5 nos recuerda el típico ejemplo de la forma en que nuestros padres han amonestado desde pequeños, siempre hemos sido objeto de sus retos, reprimendas, llamados de atención, etc., etc. y nos enseña y nos alienta diciéndonos no tengas en poco la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando eres reprendido por El. A la verdad a nadie le gusta recibir una corrección, a nadie le gusta ser disciplinado, aunque sean nuestros padres; mas de una vez hemos querido ser libres, para hacer lo que se nos antoje, sin que nadie nos diga nada. Esta es la explicación que nos aclara porqué somos disciplinados, y es tan simple, pues El nos ama como nadie nos ha amado, con amor entrañable, como a hijos, y como tales, recibiremos su disciplina, porque El no te dejará alejarte del camino, como buen Padre, hará todo lo posible por guiar tus pasos. Debemos poner especial atención a los términos de este versículo, para describir el tipo de disciplina que recibiremos, desde una simple reprimenda hasta azotes si fuese necesario, como buen Padre que es, está dispuesto a disciplinarte estrictamente para que no sufras las consecuencias del pecado, porque el estar en pecado significa estar separado de Dios.

No es posible que a nosotros, que hemos sido hechos hijos, se nos deje sin disciplina.
Si nadie te disciplina demuestra que nadie se preocupe por lo que haces. Sólo es disciplinado el hijo legitimo, aquel que es muy amado, pues el bastardo o ilegitimo, a nadie le importa, pues no es amado.

ALGO PARA MEDITAR

Ejemplo:
Hay otros ejemplos mucho mas representativos de una verdadera disciplina, como cuando el profeta Natán se acerco al Rey David, para sutilmente contarle una historia de un hombre rico que tenia muchas ovejas y otro pobre que solo tenia 1 corderita muy preciada, pero que el hombre rico le había arrebatado al pobre, inmediatamente David se enfureció con el hombre rico, por su mal proceder, y condeno con la muerte a aquel hombre, y luego Natán, habla a David directamente y le dice “tú eres ese hombre”, le dijo esto porque había enviado a Urías esposo de Betsabé prácticamente a una muerte segura, para quedarse con su mujer..mejor lean 2 Samuel 12:1-14.

Después de esta lectura, queda eficazmente ejemplificado el tema de la disciplina, el escuchar hablar al Señor reprendiendo a David. Pero David fue tratado como hijo. No puedo dejar de mencionar que a pesar de que David era amado por Dios en gran manera, aun así, Dios no impidió las consecuencias del pecado de David, a pesar de haberse arrepentido. Porque todo pecado que cometemos trae consecuencias, aunque Dios nos perdone.